Calificación de los vinos y valoración de la añada.
- webalbadistribucion
- Apr 24, 2014
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El Consejo Regulador de la D.O. Calificada Rioja decidió la pasada semana otorgar la valoración de ‘Buena’ a la cosecha 2013. Es la media estadística que ha salido como resultado de catar y analizar las 3.973 muestras tomadas directamente por los veedores del Consejo Regulador en todas las bodegas elaboradoras de la Denominación. La calificación de todos los vinos elaborados cada cosecha se desarrolla entre diciembre y marzo, con un programa de recogida de muestras y cuatro sesiones diarias de cata por parte de otros tantos comités, integrados por tres catadores cada uno. Todos los vinos de Rioja deben someterse obligatoriamente a este examen analítico y organoléptico que determina si el vino elaborado merece o no la Denominación de Origen Calificada. Este Plan de Calificación de los vinos comenzó a aplicarse en Rioja en el año 1985 y fue pionero en España, demostrando la preocupación que ha habido siempre en esta Denominación por la mejora de la calidad de sus vinos. Ciertamente hay que reconocer que este requisito de la calificación previa de los vinos para tener derecho al uso del nombre de Rioja ha influido de una manera importante en la mejora de las técnicas de elaboración y por lo tanto en la obtención de vinos de mayor calidad. Una buena prueba es que año tras año ha disminuido el volumen de vinos que resultan descalificados por baja calidad. Y ello a pesar de que se ha elevado considerablemente el nivel de exigencia para obtener la calificación en aspectos como los índices de color y polifenoles, y se han incorporado a los comités de cata la mayoría de los profesionales del sector con un reconocido prestigio.
Cuestión bien diferente es la valoración que hace el Consejo Regulador de la calidad media de la cosecha a partir de los datos estadísticos obtenidos del proceso de calificación. Objetivamente es irreprochable la forma en que se obtiene esta valoración, que para la mayoría sigue siendo útil desde el punto de vista comercial para dar una orientación al mercado. Pero hay quien piensa que este tipo de valoración general no resulta especialmente significativa para una zona vinícola como Rioja, cuya diversidad propicia un amplio abanico de calidades cada cosecha. Abanico de calidades que a su vez sirve para nutrir las distintas categorías de vinos que configura la oferta actual de Rioja. Es evidente que las bodegas seleccionarán lo mejor de cada cosecha para sus vinos de reserva y gran reserva y de poco servirá dentro de cinco o de diez años la calificación de la cosecha para valorar los vinos envejecidos que en ese momento se encuentren en el mercado. Obviamente, de una cosecha excelente, con un porcentaje mayor de vinos de alta calidad, se elaborará un mayor volumen de estas categorías, mientras que de una cosecha como la del pasado año 2013 es previsible que se destine menos vino a esas categorías que requieren el máximo nivel de exigencia.
Como digo, la fórmula tiene sus defensores, mayoría por el momento dentro del sector, y también quienes abogan por prescindir ya de una calificación global de la añada en una zona tan compleja y diversa como Rioja. Hacia mediados de los noventa algunos periodistas especializados también hicieron mucha sangre con el tema, pero se olvidaron pronto, asumiendo que es un recurso más o menos válido para el gran público, que poco o nada sabe de vinos en general y de las peculiaridades de cada zona productora en particular. (Texto: Javier Pascual / director de La Prensa del Rioja)
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